La Pirámide de la piel

La pirámide de la piel es un instrumento básico para entender y resumir los principales pasos que debemos seguir en nuestra rutina de cuidado facial para obtener unos resultados óptimos a largo plazo y lucir una piel con el mejor cuidado.

Si elegimos correctamente los productos para nuestra piel y los aplicamos de acuerdo a sus directrices, entenderemos mejor nuestra piel y veremos su aspecto más saludable y óptimo.

La pirámide ordena tratamientos y cuidados que debemos realizar en función de su periodicidad e importancia, colocando en su base los cuidados de rutina diaria y de protección fundamental de la piel y en la punta de la pirámide los ocasionales destinados a la optimización:

Es importante recordar que la limpieza es el paso previo a la aplicación de cualquier rutina facial. Tiene que realizarse siempre 2 veces al día:

  • Por la mañana, para limpiar la piel del sudor y secreciones nocturnas y poder aplicar los productos que nos protegerán y transformarán la piel durante el día.
  • Por la noche antes de acostarse, para dejar la piel limpia de la suciedad a la que la hemos expuesto durante el día (contaminación, protector solar, secreciones, maquillaje, humo, …) y preparada para absorber correctamente los productos que trabajarán nuestra piel durante la noche.

Periodicidad - Importancia
Diariamente - Fundamental
Mantener esta rutina proporciona protección a nuestra piel y previene de su oxidación y degradación.
Por las mañanas y siguiendo este orden, hay que realizar limpieza, tonificar la piel, aplicar el sérum, después la crema hidratante y seguir con la aplicación del contorno (siempre con el dedo anular y dando suaves toques sobre la zona hasta su absorción). Terminar con la aplicación del protector solar.
Por la noche, antes de acostarse, realizar la limpieza de la piel, aplicar el sérum de noche, la crema de noche y contorno de ojos.
Hay que tener en cuenta que los productos específicos de noche no pueden utilizarse para la rutina de día, pero sí a la inversa (productos de día para rutina de noche).

Semanalmente – de Mejora
Son los tratamientos que permiten transformar nuestra piel, con un efecto preventivo  y de renovación celular.
Los pasos básicos son la realización de una exfoliación sobre el rostro. Podemos realizarlo con un producto específico para exfoliar la piel (crema exfoliante, scrub) o con un producto de limpieza habitual y la ayuda de un aparato limpiador facial.
Después hay que aplicar una mascarilla y dejar actuar unos minutos antes de retirarla (según nos indique el producto). De esta forma conseguiremos que el producto actúe profundamente en nuestra piel y realice su efecto.  
Se puede completar esta rutina básica semanal con otros tratamientos, dependiendo del estado de nuestra piel y del resultado que queramos obtener: mascaras LED, aplicación de varias mascarillas combinadas, aplicación de productos con ácidos …

Tarro de crema contorno de ojos

Mensualmente – Óptimo
Son los tratamientos de mantenimiento profesional que nos permitirán dar el punto de inflexión definitivo a nuestra tu rutina y tener siempre una piel cuidada y saludable.
Se pueden realizar en cabina y centros profesionales e incluirían los relacionados con la regeneración celular de la piel, como tratamientos laser, de luz pulsada, de limpieza e hidratación como higienes intensas profesionales, peelings químicos, aplicación de oxígeno, o de estimulación muscular y utilización de aparatología específica.

Ocasionalmente (cada 6 meses a 1 vez al año)
Semestralmente o anualmente y para obtener un resultado todavía más óptimo puedes realizar tratamientos médico-estéticos correctivos o tratamientos de cabina profesionales. Estos tratamientos te permitirán preparar la piel para los cambios de estación, mantenerla radiante o lucirla perfecta en una ocasión especial.

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